domingo, 28 de julio de 2013

Reseña: La Ventana de Orfeo de Riyoko Ikeda

Ratisbona, la diócesis más antigua de Alemania, erigida sobre la antigua fortaleza romana de Castra Regina, a tan sólo una milla en cualquier dirección de la confluencia del río Regen y el Danubio. en una escuela de música para chicos cuya noble historia se remonta a más de cuatrocientos años atrás, hay un lugar al que llaman "la ventana de Orfeo". Dice la leyenda que el joven que se asome a ella, caerá perdidamente enamorado de la primera mujer que vea. Y si bien su amor será eterno, estará condenado a acabar en tragedia. 

Julius, una joven obligada a hacerse pasar por hombre, entra en el colegio como estudiante de piano. Y desde el mismo momento de su llegada, su destino se ve irremediablemente unido al de Isaac y Klaus, al ser la primera mujer que ambos divisan desde la ventana. Pero Julius debe seguir ocultando su verdadera condición con el fin de heredar la gran hacienda de los Alensmeier...


Y así, con esta sinopsis, comienza el tomo 1 de esta magnífica historia ambientada entre Ratisbona y, más tarde, en plena Revolución Rusa.

A lo largo de los 13 tomos que abarca la obra, vemos cómo los protagonistas van creciendo, madurando, conociendo el amor y la desgracia... Al fin y al cabo, como indica la propia sinopsis, esto es una tragedia de las gordas.

Al igual que en La Rosa de Versalles (más conocida por estos lares como Lady Oscar), se nota que el trabajo de documentación de la señora Ikeda es titánico. No sólo nos sitúa históricamente, sino que además entremezcla personajes de ficción con esos hechos históricos. Un manga genial si estás interesado en cómo fue la Revolución Rusa. Aunque tiene varios contras.

Su mezcla de mitología griega, historia y romance trágico y apasionado puede no ser del agrado de todo el mundo. Si a eso le sumamos que es un manga que se publicó entre los 70 y 80 (es decir, un estilo de dibujo antiguo, pero no por ello menos bonito) puede echar para atrás a todavía más gente.

Es una obra compleja y ambiciosa, cosa que se nota con la cantidad de personajes que aparecen a lo largo de la obra (confundiendo al lector a menudo, ya que algunos personajes se parecen entre sí) y, principalmente, por abarcar más de la mitad de la vida de los protagonistas. Les conocemos en su adolescencia y les despedimos más o menos sobre la cuarentena.



La complejidad de su trama hace que el transcurso de la historia sea imprevisible. Viendo cómo comienza, yo no habría predicho que el argumento se iba a desarrollar de esa manera. Fue una agradable sorpresa. Aún así, poco antes de la mitad (cuando la acción se traslada a Rusia) hay un bajón considerable del ritmo y mi interés decayó un poco. 

Al cabo de unos meses, me dio por volverla a leer y descubrí que devoraba los tomos. Sin embargo, después del gran clímax del tomo 12, no puedo evitar pensar que el tomo 13 sirve para cerrar una parte de la trama que quedó abierta desde el principio, cuyo desenlace es... cuanto menos discutible. Cuando leí la última página, me quedé "¿y ya está?". 

Destacar los personajes secundarios, porque sin ellos, la obra se habría ido a pique y no tendría esa carga dramática tan potente. 

En definitiva, un gran paseo por la Revolución Rusa de la mano de un trío protagonista algo sosuno (que van perdiendo fuelle a medida que avanza el argumento), salvados por unos secundarios entregados al drama y a una trama rodeada por la tragedia.

Riyoko Ikeda firma un manga muy maduro e inteligente, pero con menos entusiasmo y brío que La Rosa de Versalles. Aunque a mí me guste mucho más este último, eso no quiere decir que La Ventana de Orfeo no sea igualmente una obra recomendable.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo en todo con respecto al final y lo que es el tomo 13... (de hecho con lo compleja que es la trama me parece innecesario incluir esa floja historia corta de La rosa de Versalles), acabo de leerla. Añado que no sé si a Riyoko Ikeda le pasó algo al final en los últimos tomos, pero se nota una considerable dejadez en el dibujo, en lugar de evolucionar, sucede lo contrario, comparas con los primeros tomos, y la cosa deja que desear...

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